martes, 21 de noviembre de 2017

40 AÑOS DEL LIBRO CATÓLICO (por Dr. Carlos Abel RAY)

El Dr. Carlos Abel Ray, recibe la Estatuilla "Padre Leonardo Castellani" en la inauguración de la XXVII Exposición del Libro Católico (Casa de la Empleada -Obra de Mons.Miguel de Andrea- 2015)




Cuarenta años es una vida. Se dice y se pronuncian muy rápido las dos palabras: cuarenta años. Pero es mucho tiempo. Mucho esfuerzo. Mucho entusiasmo en el trabajo. Muchos días, muchas tardes, muchas noches dedicadas a pensar, programar, concretar y armar las Exposiciones, a recibir los libros, a citar a los conferencistas, a los músicos, a los coros. Y también a veces, recibiendo no mucho reconocimiento de la ardua labor.

Y ahí está Manuel Outeda Blanco que hizo y hace estos milagros culturales. Una vida dedicada a difundir la Verdad. Que obra magnífica. Debemos estar muy agradecidos a Manuel por sus sueños hechos realidad.

La primera Exposición se realizó en el año 1975 en Nuestra Sra. de la Merced y desde entonces se ha estado celebrando en diferentes lugares: Instituciones católicas, parroquias y colegios secundarios, pero siempre se caracterizaron por mantener el ideal de mostrar lo que realizan las editoriales para publicar libros católicos destinados a teólogos, profesionales, sacerdotes, estudiantes, seminaristas, amas de casa, padres, madres, jóvenes, niños y público en general. Cada cual tuvo en las Exposiciones una biblioteca o un estante donde encontrar el libro preferido o el que buscaba.

Debo destacar que en el año 1998 se instituyó en la X Exposición un Premio con la estatuilla de Leonardo Castellani. El primer receptor fue el Cardenal Antonio Quarracino. Desde entonces, se ha seguido en cada Exposición entregando este Premio a quienes han contribuido a la “difusión de los valores intelectuales católicos con una conciencia de servicio y un anclaje en la realidad argentina”. Menciono en forma especial que en el año 2014 lo mereció en forma póstuma, Fray Domingo Basso apóstol de la defensa de la vida y de la pureza de costumbres.

Desde el año 1999 también se entrega anualmente en cada Exposición el Galardón Cruz del Sur a quienes “han colaborado activamente en la misión de difundir y facilitar la buena lectura”.

En las Exposiciones ha flotado siempre el pensamiento de dignificar a la persona humana y de ayudar a la difusión del mensaje de Jesús. La labor misionera y de propagación del mensaje cristiano se puede hacer por medio de la palabra o del mensaje escrito. En las Exposiciones del Libro Católico se ha priorizado el mostrar lo publicado y se han presentado anualmente, los libros clásicos y las nuevas publicaciones y ediciones.

Todas ellas llevan un mensaje cristiano en el respectivo tema que tratan. Eso es así tanto en temas estrictamente religiosos, de espiritualidad, evangelización, catecismo, filosofía o teología, como en los temas públicos de economía, sociología, política o cultura, abordados con un enfoque cristiano.

Los años transcurridos desde la Primera Exposición han sido años difíciles para la difusión del pensamiento católico. Difíciles porque hay una aceptación internacional, y lamentablemente también nacional, de las ideas y conductas que difunden el modernismo y el relativismo en todos los asuntos que tienen que ver con la política, la economía y la sociología.

Ello afectó también a la moral y a partir de la década del 60, se ha ido difundiendo por el mundo, cada vez con más intensidad, una revolución sexual, que ha dejado de lado los valores tradicionales y ha difundido conceptos de absoluta liberación y de pública aceptación de lo que cada uno considera más alegre y placentero. No se aceptan normas preestablecidas. Cada uno resuelve cuál es la verdad para sí y para los demás. Todo es subjetivismo. Nada de valores objetivos. La verdad la crea el propio individuo.

Esa ola de relativismo se ha difundido entre jóvenes y adultos y por ello se han desvalorizado, hasta casi suprimirlos de las conversaciones y conductas, los temas que tratan de la verdadera dignidad de la persona humana, los valores de la pureza de costumbres personal y social y la inmensa trascendencia del amor único y fiel en la institución matrimonial del hombre y de la mujer.

La tecnología, tan útil y bienvenida en tantos campos del saber, se ha difundido y también intervenido en los problemas de la maternidad y de la paternidad, muchas veces sin respetar normas éticas elementales.

Como médico católico debo destacar que en las Exposiciones del Libro Católico se ha podido encontrar abundante y clara información sobre los temas de bioética. De ellos hoy se habla y se escribe mucho, pero la mayoría de las veces con conceptos muy alejados o contrarios a la Verdad.

Siguiendo a Benedicto XVI en una conferencia a los obispos suizos, menciono que los grandes temas que afectan a la humanidad: pobreza, injusticias con las minorías, terrorismo y problemas ambientales sólo se podrán empezar a resolver, si los que de ello se encargan, se preocupan primero de seguir una moral personal y familiar de acuerdo a los valores tradicionales que siempre ha propuesto el cristianismo.

Mencionaré tres puntos que son la base para reconstruir en la sociedad la moral cristiana. Ellos se han podido leer y estudiar en los miles libros presentados en las 40 Exposiciones del Libro Católico.

  • a) Defender a la persona humana desde la concepción en el útero materno, sabiendo que ella posee una dignidad especial por poseer un alma creada por Dios a “Su Imagen y semejanza”. Imagen que significa poseer Razón que le permite adherir a la Verdad y rechazar los ídolos que se le presenten. Semejanza que significa poseer Libertad para elegir el Bien frente al mal, el que siempre aparece más fácil y agradable. Desde luego, estos valores, están ausentes en el embrión, feto y recién nacido, pero ya están presentes “en potencia”, y van apareciendo lentamente a lo largo del crecimiento, hasta llegar a su plenitud en la adultez.
  • b) Valorizar la pureza de cuerpo y alma, que enseño Dios Padre en los mandamientos y afirmó y enfatizó Jesús en los Evangelios. La castidad de jóvenes y adultos, casados o solteros debe valorizarse adecuadamente sabiendo que: “Bienaventurados los puros de corazón porque verán a Dios”.
  • c) Propiciar la unión del varón y de la mujer en el matrimonio uno e indisoluble, con valorización de los hijos a los que se les debe dar con ejemplo, tiempo, amor y autoridad, una adecuada educación familiar, social y religiosa para formar así una familia cristiana.
Los libros tienen un papel muy importante a desempeñar para que la sociedad recupere y viva los valores cristianos.

Outeda Blanco, 40 años organizando exposiciones del Libro Católico ha cumplido, y Dios mediante seguirá cumpliendo, un papel principalísimo en la difusión del mensaje cristiano.

Manuel: Adelante. Que la Virgen María ilumine tu camino.



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El autor es médico pediatra, Doctor en Medicina y Diplomado en Salud Pública de la UBA. Magister en Ética Biomédica en la UCA. Ha sido Profesor Titular de Pediatría y Vice Decano de la Facultad de Medicina de la UBA, Profesor Protitular de Medicina Legal en la UCA y Médico Forense de la Justicia Nacional.
       Recibió la Estatuilla Leonardo Castellani en el año 2015 en la XXVII Exposición del Libro Católico.

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